
Pueden ser redondos, alargados, cuadrados, con ruedas, de estilo moderno o clásico; son el complemento ideal de sillas y sillones para descansar nuestros sufridos píes.
TAPIZADO DE UN ESCABEL.
Vamos a tapizar, a modo de ejemplo, de una forma muy sencilla un escabel. Con espuma de poliéster, recubriremos la estructura de madera que podemos adquirir en tiendas de manualidades. Las herramientas que vamos a emplear son un martillo de tapicero (lleva una parte imantada para colocar las tachuelas) aunque nos servirá cualquier otro-, una grapa-dora, ti|eras, cuchilla, cola de carpintero,… En esta ocasión nos ocuparemos de una de las modalidades en tapiza do, o partir de espuma de no liéster, ya que el tapizado tradicional con muelles, u otros tipos como con miraguano serán objeto de futuros artículos. Vaya este pequeña ensayo para introducirnos en el mundo de la tapicería de sillería en general. El escabel es una pequeña tarima que se pone delante de sillones o similar para descansar los sufridos pies. Ya en época de los antiguos griegos se utilizaban estas peanas y han llegado hasta nuestros di-as para formar un conjunto armónico de la decoración de nuestros hogares. La base de estos escañuelos los podrá encontrar tanto en tiendas especializadas en la madera, como en grandes superficies del bricofáje, así como en tiendas de manualidades. Los encontrará de varios estilos, siempre adaptándose al estilo y armonía de su casa. Generalmente vienen bastante bien acabados, no siendo necesario retocarlos salvo un buen lijado. La estructura de las patas está clavada a una base en la que poder trabajar sobre ella, a vez se ha lacado o barnizado la madera.
RIMEROS PASOS:
Comenzaremos por repasar ligeramente con una lija de mano la superficie de la madera. Siempre tendremos en cuenta lijar en favor del veteado. Será suficiente una ligera pasada. Pasaremos un paño limpio o brocha grande para retirar el polvo que se haya originado. Esta operación es conveniente hacerla con exactitud para que en el siguiente paso no nos acaree dificultades. Ahora es el momento de dar una mano de tapaporos. Ayuda a la madera y nos supone un ahorro considerable de barniz y/o pintura. En este paso nuestro escabel cogerá un ligero tono más tostado. Si el aspecto resultase aún áspero, repetiremos la pasada de lija de agua para volver a dar una capa de tapaporos. Seguidamente pasamos a barnizar. Nosotros para el más clásico hemos elegido un barniz colorante de color castaño, intentando de esta forma conseguir un escabel con aire antiguo, dado en primer lugar por el diseño de sus patas y en segundo, por el lugar donde va a ir destinado.
En el segundo banquillo hemos dado una simple mano de barniz incoloro, resaltando el veteado de la madera y dejando así un escabel que se adapta a espacio más informales. Otra opción ha tener en cuenta es la pintura. Teniendo en cuenta el tapizado, podemos pintar con pintura de esmalte satinado en un color que armonice con el diseño de la tela elegida. Es una opción ha tener en cuenta pues dará un resultado más sorprendente y atrevido.
1 Repasamos toda la estructura de madera con una lija fina, siempre en favor del veteado, dejando la superficie lo más lisa posible.
2 Damos una mano de tapaporos. Una vez seco, si fuera necesario, repasaremos con la lija y volveremos a imprimir otra capa de tapaporos. Seguidamente damos un barniz mate bien incoloro, o bien con color, dependiendo de nuestro gusto.
3. Cortamos un trozo de madera de contrachapado, de la misma madera que e área superior de la estructura. Esta madera nos servirá como armazón para clavetear o grapar la gomaespuma y con posterioridad el tejido. Colocaremos la gomaesouna debajo del escabel y marcaremos la silueta de estos dejando tres centímetros a cada lado.
4. Con el cutter cortaremos por las líneas marcadas ejerciendo una lijera presión pí ra separar ambas partes fa cuitando la labo del corte.
5. Una vez recortada la gomaespuma la centramos sobre esta plataforma y comenzamos a grapar -siempre del centro hacia las esquinas-, uniendo el borde superior con el borde inferior de la espuma. De esta forma la gomaespuma tomará una forma semicircular. Graparemos (o clavaremos con tachuelas) lo más junto posible y teniendo la precaución que no se desgarre.
6. El tapizado lo centramos, si tiene dibujos centrales, sobre el armazón para darle la vuelta boca a bajo. Nos pueden ayudar bien unos simples alfileres. Estiramos bien pasando la mano varias veces sin que la tela se mueva de su punto y grapamos más o menos a 1-2 cm del borde de la madera. (También del centro hacia las esquinas).
7. Comenzamos a grapar un lateral procurando no dejar la tela arrugada. Pasar la mano sucesivamente para ir estirando la tela.
8. Aconsejamos hacer siempre los laterales más largos para pasar a los más cortos. Rematar las esquinas es quizás lo más trabajoso. En nuestro primer ejemplo se puede observar como la tela se pliega hacia dentro en el armazón, dejando lisa toda la arista del escabel.
9. Tras estirar la tela en la esquina grapamos para continuar con la siguiente.
10. En el segundo ejemplo, por tener más abombada la gomaespuma, hacemos un pliegue en el borde con la tela, intentando esté asimétrico con la pata. El sobrante de la tela se pliega hacia el interior de la estructura de madera. Si éste tuera excesivo, podemos efectuar un corte en diagonal para poder trabajar con más facilidad sobre el tejido.
11. Para finalizar nuestro trabajo podemos bien rematar los bordes con galones o con clavos ornamentales.
Nosotros nos hemos inclinado por lo primero, pues es más asequible y armonizan bien con cualquier estilo. Estos galones van simplemente encolados con cola blanca de carpintero. Los podemos encontrar también ya adhesivos, pero nosotros no se lo aconsejamos ya que tarde o temprano éstos suelen levantarse con el uso. Su secado es bastante rápido, en el arranque podemos ayudarnos de una grapa o clavo pequeño sin cabeza, así como en el final de su recorrido. No se olvide en este último paso hacer un pequeño doblez para rematar el galón, procurando dejarlo siempre en un extremo no muy visible.
12. Una vez finalizado todo el tapizado, atornillamos este armazón a la estructura de madera del escabel, por la parte interna.
Unos simples agujeros en cada esquina para taladrar los tornillos que no han de ser muy largos, nos dejará un escabel digno de cualquier tienda de tapizados.
13. Para facilitar ta rea de atornillar podemos hacer un pequeño taladro de un número inferior al tornillo.